Eso le preguntaron varias veces a Violeta en el hospital, si la operación había sido a cielo abierto. Violeta no sabe lo que significa a cielo abierto en cirugía.
Esas palabras le encienden otras sensaciones: una playa, olas, estrellas en el cielo, una charla con amigos. Recuerda especialmente esa noche en la playa, a cielo abierto. La sensación de que alguien más escuchaba esa conversación, la certeza de unos ojos que espiaban detrás de las palmeras. El camino hacia las cabañas era corto pero ella sentía el peligro. Hasta el lugar más cercano quedaría lejos si los atacaban. Violeta estaba incómoda. No se dejó enredar por la noche hermosa, por el calor y el cielo abierto.
Pero parece que no, que en cirugía a cielo abierto significa otra cosa. Algo que le resultó difícil de trasladar en su sentido metafórico porque en ninguno de los quirófanos a los que entró Violeta, vio un cielo abierto. Solamente había techos con enormes y múltiples lámparas y paredes con azulejos verdes. Muchos detalles se pierden porque enseguida viene el sueño y lo que Violeta recuerda mejor son las voces de los anestesistas o el sonido de su corazón desesperado que quería huir a todo galope. Como lo hacen los caballos.
Todo depende de las posiciones. De lo que está segura es que más que un cielo abierto, lo que vio fue una camilla cerrada, porque la operaban boca abajo.
Los doctores cuando leían su historia clínica, insistían con la pregunta:
- ¿Esta operación fue a cielo abierto?
- Sí, doctor – mentía ella mientras recordaba algunas playas.
Under Open Sky
For her, these words inspired other meanings: a beach, waves, stars in the sky, a chat with friends. It brought to mind particularly that night on the beach under the open sky. The certainty that someone else heard that conversation, the certainty that eyes were spying from behind the palm trees. The road to the cabins was short but she felt danger. Until the next place she wanted to stay far off if they attacked. Violeta was uncomfortable. She did not want to allow herself to become involved on this beautiful night, in this warmth and under the open sky.
But no, it appeared that "a cielo abierto" meant something else in surgical terms. Something she had difficulty in translating into its metaphorical sense because in none of the operating theatres to which Violeta went did she see an open sky. They only had ceilings with enormous multiple-lights and walls with green tiles. She has forgotten many of the details because then came the sleep and what Violeta remembers most are the voices of the anaesthetists and the sound of her desperate heart which wanted to escape at full gallop. Just as horses do.
All depended on the positions. What is for sure is that rather than an open sky, what she saw was a folding table, because they operated on her upside down.
The doctors when they read her medical history, kept on asking:
'Was the operation carried out "a cielo abierto"?'
'Yes, doctor,' she lied while in her mind were beaches.